Está prácticamente creado un equipo de expertos en arquitectura y producción que defina qué es necesario hacer para que funcione a pleno rendimiento cuando haya que utilizarlo. Aunque retirar el foso era una de las ideas que surgieron, no parece finalmente que se vaya a prescindir del agua.
Lo que sí necesita una intervención urgente es el escenario, ya que la estructura fija no soporta los pesos que mueven ahora los artistas internacionales. Esta carencia obliga a montar alternativas ocupando espacio que debería ser para el público.
Doce millones en patrocinios
La financiación es uno de los grandes caballos de batalla para garantizar el éxito de la convocatoria. El año se cerrará con más de doce millones de euros confirmados en esponsorizaciones, y el objetivo es llegar a los veinte. El presupuesto público es de 42 millones.
Moverse en estas cifras no está resultando fácil, según confirman los responsables de la organización, tanto por la crisis como por las condiciones económicas que se les ofrecen ahora a las empresas que quieran colaborar, y que no tienen nada que ver con las de otros años santos; los beneficios fiscales son diferentes y se limitan al noventa por ciento de la aportación. En el 2004, las obras que se realizaban en los Caminos de Santiago también podían beneficiarse fiscalmente, algo que ahora ya no ocurre.
Sobre la presencia de grandes espectáculos en espacios sensibles, como pueden ser el Obradoiro o A Quintana, desde el Xacobeo señalan que lo que hay que hacer es «compatibilizar los intereses de la Iglesia con los intereses de los ciudadanos». Y creen que, en este sentido, la solución está en el respeto: «No llevar, por ejemplo, al Obradoiro, un concierto de heavy metal».
-
Enlace con la noticia de La Voz de Galicia del 28/12/2009
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario