martes, 29 de diciembre de 2009

El canto de 12 coros amenizará la apertura de la Puerta Santa


Las voces infantiles cobrarán un especial protagonismo en el ritual ·· Los actos arrancarán poco después de las cuatro de la tarde en las inmediaciones de la Catedral·· Después de los tres martillazos contra el muro, varios peregrinos adornarán el espacio con flores y velas encendidas

Ensayos sin descanso... Bufandas de lana para blindar gargantas como oro en paño... Y algún que otro remedio casero. Una fórmula que de mágica tiene poco, pero que a buen seguro dará un resultado excelente a las privilegiadas voces que pondrán color a la histórica ceremonia de apertura de la Puerta Santa. Bajo la batuta de Miro Moreira, una docena de corales se darán cita el jueves en la Catedral para inmortalizar la banda sonora de los momentos clave. Interpreterán, entre otras piezas, desde el Veni Creator Spiritus -previo a los martillazos que derribarán el muro de mampostería de la Puerta Santa- hasta el Te Deum laudamus... (una vez en el interior de la basílica). Los niños cobrarán un especial protagonismo en el rito religioso. Encabezados por la Escolanía Ángeles de Compostela, en el acto participarán otros coros infantiles como el de la Milagrosa, el de Visantoña o la Escolanía de San Francisco Javier. La lista se completa con los coros de Santa Cruz, Urdilde, Santa Susana, Vite, Coto da Nai, la coral P­olifónica de Berres, el coro Hermano Gómez y la Capilla de Música de la propia Catedral.

Feijóo, delegado regio

Los actos litúrgicos arrancarán a las 16.20 horas. El Cabildo esperará al arzobispo y demás obispos en la puerta de Azabachería y les acompañará hasta la sacristía para revestirse. Simultáneamente una comisión capitular recibirá al delegado regio -Núñez Feijóo- y otras autoridades en el Pórtico o en Praterías. A continuación, se organizará la procesión hacia la Puerta Santa, saliendo por Praterías, A Quintana y Puerta Santa. Procesión acompañada, por cierto, por la Banda de Música (Himno al Apóstol Santiago). El orden es el siguiente: incensario, cruz y ciriales, acólitos con el martillo y el agua bendita, Cabildo, sacerdotes concelebrantes, obispos concelebrantes, arzobispo, delegado regio, autoridades e invitados y, finalmente, fieles.

Una vez alcanzada la entrada de A Quintana, monseñor Barrio golpeará tres veces el muro y abrirá con sus propias manos la Puerta Santa. Varios peregrinos adornarán el espacio con flores y velas encendidas.

SONARÁN A LA VEZ PARA ANUNCIAR LA CEREMONIA

Gran concierto de mil campanas

Con motivo de la apertura del Año Santo, el arzobispo de Santiago, monseñor Barrio, ha pedido que las campanas de las iglesias de la Archidiócesis suenen al unísono el 31 de diciembre, a las 16.30 horas., para anunciar a los diocesanos el inicio de este tiempo de gracia. De este modo, más de mil campanas recordarán el comienzo del Año Santo a todos los fieles.

Por otra parte, los refuerzos podrían llegar al Arzobispado de Santiago antes de que la agenda de monseñor Julián Barrio eche humo. Todo apunta a que mañana mismo el papa Benedicto XVI nombrará por fin a un obispo auxiliar para Compostela. La plaza está libre desde 2002, momento en el que monseñor Quinteiro Fiuza era designado obispo de Ourense y dejaba otra vez el puesto vacante. Aunque la decisión del pontífice no se conocerá con toda probabilidad hasta mañana, no faltan las quinielas. En la lista de posibles ascensos se barajan nombres como Elisardo Temperán, Francisco Froján y Calixto Cobo.

Las claves

Una tradición con casi cinco siglos

Corría la primera mitad del siglo XVI cuando alguien atravesaba por primera vez la Puerta Santa. El prelado oficiante, tal y como se venido haciendo hasta hoy, golpeaba tres veces el muro de mampostería con un martillo de plata y se daba por inaugurado el Año Santo.

Una bula papal que data del siglo XII

Compostela fue la primera cumbre de la cristiandad en obtener el privilegio de conceder jubileos cuando el 25 de julio coincide en domingo. La bula papal llegaba en el siglo XII. Mientras no se habilitó el acceso de A Quintana, los peregrinos entraban por cualquier puerta del templo.

Medallas con restos de mampostería

Curiosos y orfebres solían esperar a los pies de la Puerta Santa para recoger los restos del muro recién derribado. Los fragmentos se encajaban en medallas de plata que los devotos se afanaban en conservar como oro en paño. A buen seguro que esta vez tampoco faltarán los creyentes en busca de algún trozo.

Enlace con la noticia de El Correo Gallego del día 29/12/2009

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