Varios cruces de una carretera nacional con mucho tráfico obligan a los peregrinos a jugarse la vida, sobre todo en los días de niebla.
En el tramo final del Camino Francés se encuentran los puntos de Europa donde mayor número de peatones cruzan una carretera en tramo interurbano. Se trata de la zona de Salceda, en el municipio de O Pino. Los peregrinos atraviesan en varias ocasiones la N-547 en varios puntos no señalizados a los automovilistas. Aunque se trata de tramos de visibilidad aceptable o buena para los conductores, el riesgo existe y se acentúa si las condiciones climatológicas son adversas.
La Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Fomento, aprobó en noviembre de 2008 una “nota de servicio” para la adecuada señalización del Camino de Santiago. En esta nota se indicaban las señales a colocar en los puntos definidos como “conflictivo” en un estudio previo llevado a cabo por la Subdirección General de Planificación del Ministerio de Fomento. En concreto, se indicaba que han de colocarse dos señales en cada sentido, una a 150 metros y otra en el punto de intersección (el lugar de cruce de los peregrinos) destinadas a los automovilistas y otras señales adicionales que indiquen a los peregrinos que van a cruzar una vía rodada. Según esta nota los objetivos que se persiguen son, entre otros “mejorar la seguridad vial en las carreteras del Estado”.
Enlace con la noticia de José Salgado publicada en Todosloscaminos.com
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