sábado, 26 de diciembre de 2009

O Apalpador recorre Lugo en burro y reparte castañas


La versión gallega de Papá Noel procede de O Courel y se está extendiendo a otros puntos de Galicia

O Apalpador, un fornido carbonero que baja por Navidad de la montaña a comprobar que los niños están bien alimentados y a repartirles regalos -la versión enxebre de Papá Noel- recorrió ayer las calles de Lugo con un saco cargado de castañas. Distribuyó 35 kilos entre los niños y adultos que se fue encontrando entre Bispo Aguirre, la plaza Maior, la Rúa da Raíña, Santo Domingo y San Marcos. Fue precisamente delante de la sede de la Diputación de Lugo -la vicepresidencia primera fue la que tuvo la idea- donde acabaron la jornada el mítico personaje y el burro Cuco , que era el que transportaba el saco con las castañas y con los regalos.

El chantadino Anxo Moure, conocido por sus múltiples facetas, entre otras por las iniciativas que lleva a cabo la ONG Bicis pola Paz, fue el encargado de representar al carbonero de O Courel y de comprobar que los estómagos de los más pequeños estaban bien alimentados. Lo fue haciendo antes de entregarles las castañas, símbolo de los buenos deseos para que los pequeños no pasen hambre, y mientras les contaba historias que siguieron con la máxima atención.

O Apalpador es un personaje que se está recuperando en Galicia y que tiene sus orígenes en las montañas de O Courel, de ahí su vinculación con las castañas que constituyeron un alimento que en tiempos ayudó a mitigar hambrunas. Su simbología es similar a la del Olentzero vasco y al Esteru astur-cántabro.

A diferencia del Apalpador tradicional, el que recorrió ayer las calles de Lugo auxiliado por Cuco no tuvo tiempo de asar las castañas, ya que al parecer tuvo dificultades para conseguirlas para la ocasión. A los niños de la montaña luguesa se las dejaba calientes, al lado de otros regalos.

Enlace con la noticia publicada por La Voz de Galicia el día 26/12/2009 en la edición de Santiago de Compostela.

A continuación reproducimos el artículo de opinión de Demetrio Peláez Casal, publicado el mismo día en El Correo Gallego.


Un 'tocahuivos' llamado Apalpador

Pues eso, que algunos ideólogos del sector nacionalista -digamos separatista, porque los nacionalismos sensatos siempre son necesarios- andan por ahí haciendo patria gallega a base de promocionar a un fulano denominado el Apalpador, al que quieren convertir en una especie de Melchor autóctono. El citado jicho, según dicen, forma parte de la cultura popular gallega y afirman también que son muchos los paisanos del rural que desean recuperar la figura de este ser montuno y lleno de roña, que al parecer en Navidad bajaba de las montañas para palpar las barrigas de los niños y dejarles de regalo unas castañas.

Si la iniciativa de resucitar al Apalpador tuviese por objetivo impedir la muerte de una entrañable tradición gallega, miles de personas, seguro, se hubiesen volcado en tan noble objetivo. A nadie con dos dedos de frente, sea del color político que sea, le gusta perder lo que pertenece a su cultura y viene marcado a fuego en el ADN de muchas generaciones. Pero los escépticos nos tememos muy mucho que los tiros no van por ahí y que el trabajo a favor de dicha resurrección apalpadora no es ni limpio ni inocente, sino impulsado por la a veces neurótica necesidad que tienen unos pocos de marcar diferencias con el resto de españoles y desunir lo que, con los lógicos roces que surgen en cualquier familia, lleva muchos siglos unido.

Para ahondar un poco en el tema, algunos nos hemos preocupado de preguntar a los más viejos de nuestros clanes, procedentes tanto del campo como de la ciudad, si recuerdan aquellos supuestos tiempos felices en los que un tipo desaliñado les tocaba la bartola y les regalaba castañas, y todos afirmaron no tener ni repajolera idea de semejante tradición. Es posible que tanto ellos como sus padres y abuelos estuviesen ya seriamente manipulados por el represor Estado centralista, pero lo cierto es que, cuando eran niños, la única fiesta navideña que celebraban con regalos de por medio era, como ahora en la inmensa mayoría de los hogares, la de los Reyes Magos, aunque de una forma mucho más humilde. Hurgando más en la memoria de los más viejos del clan, el único ser que comparan lejanamente con el Apalpador es el ratoncito Pérez, un fulano más discreto que al menos no toca la barriga a nadie.

Visto lo visto, que cada cual piense lo que quiera, pero algunos lo tenemos muy claro: el Apalpador es, en realidad, un tocahuevos o apalpamelindres que tan solo desea cargarse a los Reyes Magos. Y lo tiene crudo. Muy crudo.

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O Apalpador:

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1 comentario:

  1. Hoxe é día do Nadal,
    día do Noso Señor
    ide logo para a camiña
    que vai vir o Apalpador.
    ·············
    Hoxe é día do Nadal,
    vai neniño para a camiña
    que vai vir o Apalpador
    a apalparche a barriguiña.
    ·············
    Hoxe é día do Nadal,
    que haberá gran nevarada,
    e há vir o Apalpador
    cunha mega de castañas.
    ·············
    Por aquela cemba,
    xa ven relumbrando,
    o señor Apalpador
    para darvos o aguinaldo.

    SSAARR Melchor, Gaspar, Batasar e San Nicolás.

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