domingo, 3 de enero de 2010

Un jubileo de altos vuelos

Apenas se formaron colas para cruzar la Puerta Santa y ganar el jubileo ayer

La oportunidad de subirse a los andamios del Pórtico de la Gloria y la de visitar las cubiertas de la Catedral marcan las principales novedades con respecto al 2004

De 7 a 21 horas. Ese es el horario de la Catedral de Santiago, abierta los 365 días del año. Sin embargo, las previsiones del cabildo apuntaban ya hace meses a que un horario tan amplio no es suficiente para dar cabida a los millones de turistas que se acercarán a conocer el templo jacobeo.

Y es que en agosto del 2008, sobre el suelo de la Catedral se agolparon, al mismo tiempo, 1.730 personas, cuando el máximo establecido por el estudio de flujos de Manuel Santos Solla y Miguel Ángel Troitiño es de 1.200.

Por eso, una de las principales novedades con la que podrían encontrarse los peregrinos son los portalones de la Catedral cerrados. El cabildo anunció en su día que es más que posible que cuando se llegue al número máximo de visitantes, se restrinja el acceso al templo. Con todo, el conselleiro de Cultura también explicó hace unos meses que se intentará que dentro del recinto catedralicio haya un flujo constante de personas para evitar así aglomeraciones.

De todos modos, el Xacobeo del 2010 será el de las oportunidades únicas. No solo porque la cita jubilar no volverá a repetirse en 11 años, si no porque las cosas han cambiado mucho desde la última cita con el año santo. Primero, porque el Pórtico de la Gloria y el altar mayor estarán cubiertos de andamios debido a los trabajos de restauración patrocinados por la Fundación Barrié de la Maza. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Las estructuras metálicas permiten -previa cita, eso sí- estar cara a cara con el pantocrátor y los profetas y admirar los detalles de los instrumentos musicales de la gran obra del Mestre Mateo.

Para los adictos a las alturas, la del Pórtico no es la única opción. Así, desde hace un tiempo es posible realizar una visita guiada a las cubiertas del templo compostelano. Tan solo hay que reunir un grupo de amistades y reservar para poder disfrutar de la capital de Galicia desde una óptica nada habitual.

Y si esos son los grandes cambios de este Xacobeo, el año santo también viene cargado de pequeñas variaciones. El rito por excelencia es el de abrazar al santo tras cruzar la Puerta Santa. Pues la gripe A ha aguado las ilusiones de los peregrinos. Para evitar contagios, las instituciones eclesiásticas recomiendan ser más comedidos y evitar, por ejemplo, besar la figura del Apóstol.

Precisamente, la pandemia del virus AH1N1 ha obligado a modificar muchos de los rituales religiosos. El primero, el de humedecer las manos en agua bendita. Ante la amenaza de pandemia, el cabildo se decidió hace unos meses a vaciar las pilas del recinto. Habrá que persignarse en seco. Y durante las eucaristías tampoco se podrá dar la comunión en la boca. Finalmente, como anécdota, Santiago Matamoros ha decidido entrar de lleno en el siglo XXI. Desde hace unos meses, la imagen del apóstol guerrero ya no pisotea sarracenos con su caballo blanco. Se han escondido tras las flores.
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Los trabajos de restauración impiden dar croques al santo...

... entrar en la cripta era lo que más tiempo llevaba
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Enlace con la noticia publicada en la edicición de Santiago de Compostela de La Voz de Galicia del día 3/01/2010
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