jueves, 7 de julio de 2011

Robo del siglo: desaparece el Códice Calixtino de la Catedral de Santiago

Responsables del Archivo de la Basílica compostelana, donde se custodiaba, advirtieron su falta el martes por la tarde - La Policía Científica busca desesperadamente cualquier pista


EDICIÓN DE LUJO - En el año 2004 tuvo lugar en el Instituto Padre Sarmiento la presentación de una edición de lujo del Códice Calixtino



Puede ser el robo del siglo. Uno de los libros más importantes del mundo acaba de desaparecer del Archivo de la Catedral. El Códice Calixtino, un documento histórico de incalculable valor, ha sido robado en la basílica compostelana. La Policía de toda España está ya advertida y busca desesperadamente al autor o autores de este robo de alcance internacional.

Su falta se descubrió el martes a las ocho y media de la tarde. En ese momento, responsables del Archivo de la Catedral informaron al deán, José María Díaz, de que el Códice Calixtino no estaba en su sitio habitual. En ese primer momento de desconcierto todos se pusieron inmediatamente a rebuscar en el resto de instancias, para ver si estaba en otro lugar. En torno a las 22.00 horas, cuando quedó confirmado que el valiosísimo texto no aparecía en ningún lugar, avisaron a la Policía, que inmediatamente se personó en la Catedral.

Los agentes de la Sección Científica estuvieron tomando todo tipo de muestras y datos en el lugar del robo, buscando huellas, revisando los discos duros de las grabaciones de las cámaras de seguridad y registrando todo el lugar hasta las doce de la noche. Se miraron detenidamente las entradas y salidas de personas, con dichas cámaras, y ayer por la mañana nuevamente los especialistas de la Policía Nacional regresaron a la Catedral y pasaron varias horas analizando mil y un datos sobre el terreno.

La conmoción era tremenda entre el restringidísimo círculo de personas que conocían la noticia. De hecho, ayer por la mañana el propio deán se reunió con el Cabildo de la Catedral y les informó personalmente del robo, y lo hizo también con el arzobispo, monseñor Julián Barrio.

Los especialistas creen que el autor o autores del robo son personas que, evidentemente, saben lo que vale esta joya bibliográfica conocida en todo el mundo. Saben el valor que puede tener en el mercado negro. Se sospecha, por tanto, que debería tratarse de una banda organizada que incluso podría actuar por encargo de algún coleccionista caprichoso y sin ningún tipo de escrúpulos.

En todo caso, la preocupación en el Cabildo y en el Arzobispado es tremenda, como puede imaginarse, y todos ellos están desconcertados y hundidos por la pérdida del Códice Calixtino.

Seguridad en el Archivo. La primera pregunta que surge tras conocerse el robo hace referencia a las medidas de seguridad que tenía un libro de esta importancia. Fuentes del Cabildo apuntan que el robo pudo producirse el domingo por la tarde. La realidad es que en los últimos años, desde que José María Díaz es deán de la Catedral, se mejoraron sensiblemente estos sistemas de seguridad. De hecho, se consideraban idóneos para proteger un documento de este tipo. Sin embargo, es cierto que no están al nivel de lo que uno puede encontrarse en un gran banco o en una joyería de alta seguridad. El original se encontraba en el Archivo de la Catedral, en una cámara blindada, mientras que existe además una réplica exacta, con la que trabajan todos los especialistas acreditados para tal fin, que también pueden ver los visitantes del Museo de la Catedral.

En la zona del Archivo donde estaba guardado existe un sistema de alarmas y contraincendios, instalado todo ello en la etapa del actual deán. Pero la realidad es que no registra todos los movimientos en las distintas estancias. Además, hay cinco cámaras de seguridad ubicadas en otras tantas esquinas, pero ninguna de ellas, lamentablemente, enfocaban al propio Códice Calixtino. Las investigaciones se han extendido ya por toda España.

El robo de los siglos en Santiago

El ‘Códice Calixtino’ es una joya con una trascendencia histórica incalculable. Se trata de un manuscrito ilustrado del siglo XII que está considerado como la primera guía de viajes del mundo, ya que sirvió de referente a muchos miles de peregrinos en la antigüedad.

DATOS

1 - Antigüedad

Se trata de un códice del siglo XII en el que además del texto también tienen especial importancia las ilustraciones. Tiene un extraordinario valor como fuente de información sobre la peregrinación.

2 - Tamaño

En el año 1964 fue encuadernado en un solo volumen incorporándole el libro de Turpín, que se había desmembrado y encuadernado aparte. Mide 30 por 21 centímetros y la caja en la que se conserva la escritura, 23 por 16.

3 - Páginas

La obra consta de 225 folios de pergamino con paginación en números romanos, a los que se añade la arábiga en el reincorporado libro de Turpín.

4 - Autor

El libro se atribuyó al papa Calixto II, y de ahí el nombre por el que es conocido. En la Edad Media era costumbre atribuir los trabajos a personalidades de gran relevancia para adornarse así con su prestigio.

5 - Libros

El códice se divide en cinco libros: el primero tiene carácter litúrgico y recoge sermones y homilías. El segundo relata los milagros realizados por el Apóstol Santiago; el tercero recoge la traslación del cuerpo; el cuarto es el libro de Turpín, y el quinto, una auténtica guía de peregrinación.

DATOS PRINCIPALES

Valor literario.

Además del contenido histórico y artístico, hay que destacar también el valor literario de la obra, con unas descripciones de gran realismo y también con notas líricas. No existe límite entre realidad y ficción, que mezcla en las narraciones.

225

Componen la obra. Muchos de ellos encabezados con miniaturas primorosamente decoradas.

3

Amanuenses. Los estudiosos opinan que el manuscrito fue realizado por tres amanuenses distintos, todos con gran dominio de su oficio. Según las investigaciones de Moralejo Laso, uno escribió hasta el folio 186; otro, desde éste al 222, y un tercero, con un tipo de letra más avanzado, realizaría los dos últimos.

1964

Reforma. En ese año fue cuando por acuerdo entre el Cabildo y la Dirección Xeral de Archivos y Bibliotecas se procedió a encuadernar la obra.



Enlace con la noticia publicada en El Correo Gallego del día 7 de julio de 2011
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