Ni siquiera el monumento al peregrino, situado en el Monte do Gozo, se libra de los vándalos que se divierten destrozando el patrimonio de todos. Como puede verse en la imagen, una de las estatuas apareció con el bastón completamente partido, además de que destrozaron la parte baja del mismo. Las figuras tienen asimismo varias pintadas de colores en su parte trasera. En una zona apenas vigilada habitualmente, es sencillo que puedan ocurrir cosas de este tipo, por muy lamentables que sean.
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Enlace con la noticia de El Correo Gallego del día 08/02/2010
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